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Lunes, 26 Enero 2015 14:03

Nuevas tecnologías, una luz para los no videntes

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A propósito del 58 aniversario de Instituto Boliviano de la Ceguera, el director del Centro Manuela Gandarillas, su unidad departamental en Cochabamba, explica la realidad que se vislumbra para las personas ciegas en Bolivia.

Ida Peñaranda, Cochabamba

Las nuevas tecnologías son una herramienta que está contribuyendo a superar las dificultades de integración a las dinámicas de la sociedad para las personas no videntes. Dificultades que son muchas en Bolivia, a decir de José Luis Pozo, director del Centro Manuela Gandarillas de Cochabamba.

Pozo, no vidente él mismo, explica que en el centro se trabaja en habilitación y rehabilitación de personas que nacieron sin la facultad de la visión o con aquellas que la perdieron. Se recibe a gente desde los cinco años hasta las de la tercera edad. También funciona como internado para algunos niños y niñas del área rural, que de otra manera no podrían acceder a la rehabilitación.

“La discapacidad no es una limitación para el acceso a la información y a las nuevas tecnologías”, sostiene el entrevistado. No sólo es posible el manejo de aparatos electrónicos, hoy en día indispensables, como un celular o una computadora, sino también acceder a la educación mediante bibliotecas virtuales de audio o en código braille. “En YouTube existen tutoriales para todo”, dice Pozo y cuenta muy emocionado que hace un par de años decidió aprender inglés y en ello está empeñado gracias a que dispone de una computadora y variedad de tutoriales adecuados para su objetivo.

"Venga, anote la página web", invita el director. La sorpresa es grande cuando se encuentra la pantalla apagada. Claro, para quien puede ver, la realidad de un no vidente es impensable. Efectivamente, éste no necesita "ver" la pantalla”; pero su desempeño con la computadora es igual o mejor del que usted o yo podamos tener, gracias a un programa que permite escuchar todo lo que pasa en la pantalla y así navegar por la red.

Pozo usa JAWS (Job Access With Speech), un software lector de pantalla para personas no videntes, producto del Blind and Low Vision Group de la compañía Freedom Scientific. El programa convierte el contenido de la pantalla en sonido, así que el usuario puede navegar sin necesidad de ver. Es un software pensado para cualquier equipo con Microsoft Windows que, cabe decirlo, se encuentra en el mercado pirata del país.

La sala de computación del centro Gandarillas cuenta con equipos para que las personas puedan familiarizarse y capacitarse. Hay asimismo conexión a wifi. El problema es que no todos los que acuden al lugar disponen de equipos en sus domicilios.

Un mundo distinto

Una llamada de celular corta brevemente la entrevista y da oportunidad para pensar en lo maravilloso que puede ser un teléfono inteligente y lo fácil que es utilizarlo con un programa que verbaliza todas las operaciones. Definitivamente, la era tecnológica de lo táctil marca una diferencia en la vida de los no videntes.

Antes de retomar la entrevista, Pozo reconoce que no tiene mucha paciencia para Facebook; “me vuelve un poco loco”. Es muy importante, en todo caso, apunta, estar conectado con el entorno. Sin embargo, la ventaja enorme que él reconoce a las nuevas tecnologías es el poder capacitarse profesionalmente gracias a cursos de postgrado. Pozo afirma que se ha abierto así una oportunidad para, mediante la formacion independiente, conseguir una fuente de trabajo digna.

 

Algo de historia

El Instituto Boliviano de la Ceguera (IBC) fue creado por ley del 22 de enero de 1957. De él dependen los nueve centros que hay en el país, entre ellos el Manuela Gandarillas. Gracias a esta obra es posible contar con una institución encargada de capacitar a personas ciegas para que se sostengan por si solas y desarrollen sus potencialidades. ¿Por qué es tan importante? Porque basados en la igualdad de oportunidades, la apuesta por la capacitación, educación y formación es fundamental para convivir e integrarse en una sociedad que poco o nada hace para apoyar a las personas con capacidades diferentes.

El IBC nació como organismo máximo de planificación, coordinación, dirección y ejecución de todas las actividades relacionadas con la ceguera y así fue organizando centros de rehabilitación y capacitación encargadas de elevar el nivel profesional, económico y social de las personas ciegas. El Decreto Supremo 08083, del 28 de agosto de 1967, aprobó la legalidad de sus reglamentos.

Con el Decreto Supremo 24260, de creación de la Secretaría Nacional de Servicio Social, el IBC pasó a depender de esa Cartera de Estado. Hoy, es una entidad descentralizada del Ministerio de Salud y posee autonomía de gestión, con nueve unidades departamentales y seis escuelas de rehabilitación de personas ciegas.

Por norma se debería dar empleo a personas con discapacidad; “en nuestra Constitución dice que tanto las instituciones públicas y privadas deberían contar con el 4% de personas con discapacidad”, hace notar Pozo. Sin embargo, es difícil lograr la “integración laboral” efectiva, mucho más para un no vidente.

 

“Pobrecito”, los estigmas de la sociedad

Adquirir o nacer con una discapacidad no es fácil y menos en una sociedad que no sabe cómo tratar a alguien diferente. Un ejemplo claro, sostiene el entrevistado, es que mucha gente huye y evita interactuar con personas no videntes, mientras hay personas que solamente exteriorizan su sentimiento de lástima. “Lo que necesitamos es la comprensión de la sociedad; no nos sirve que nos vean y digan 'pobrecito' o 'por qué ha salido a la calle, dónde está su familia, por qué lo dejan sin compañía'. Las personas suelen cometer dos grandes errores, quizás por miedo: sobreproteger u ocultar a las personas con la discapacidad".

Pozo sugiere, para cuando alguien se encuentre con un ciego en la calle, preguntarle abiertamente si necesita ayuda; la persona lo guiará, ya que sabe perfectamente cómo desenvolverse y cómo recibir su apoyo.

 

Visto 4895 veces Modificado por última vez en Martes, 27 Enero 2015 22:48
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