María Julia Ruiz / Cochabamba
Cuando se habla de “salud”, la mente suele evocar de inmediato hospitales y médicos, o enfermedades que necesitan ser curadas, lo que supone una visión estrecha de un concepto amplio. Si pensamos en las enfermedades para definir salud, algo no está funcionando bien. “La salud es unestado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades ligeras, fuertes o graves, y en armonía con el medio ambiente”, define el Ministerio de Salud de Argentina.
En Cochabamba, hace ocho meses que se viene gestando un movimiento que defiende “la salud como un derecho humano, no una mercancía”, según declara la doctora Vivian Camacho, coordinadora de la célula del Movimiento por la Salud de los Pueblos en esta ciudad boliviana, la primera del país que se suma a un movimiento mundial. “Nos une la lucha por el derecho a la salud”, remarca Camacho.
El grupo creado en Facebook es abierto. Puede unirse todo aquel interesado en trabajar en pro de una salud integral, “entendiendo que la salud va más allá de un solo concepto en relación a la biomedicina, más bien es la construcción social cotidiana de dignidad y alegría que vamos andando con nuestros propios pasos”, postula la coordinadora a través de la página del grupo.
La célula de acción en Cochabamba se activó en agosto de 2013, con una agenda anual que prevé reuniones mensuales en la tarde de sábado, de 15.00 a 18.00, en el salón de eventos Arco Iris (Av. De la Fuerza Aérea # 2227). Hay temas concretos a tratar son: transgénicos y salud, cremas y remedios herbales, minería y sus efectos en la salud, nacimiento y orígenes de la violencia, entre otros. (Ver “AgendaJornadas2014”).
El círculo de la palabra
Las reuniones transcurren en una dinámica del “círculo de la palabra” en que cada uno de los asistentes son alentados a participar, a presentarse en primera instancia y explicar sus motivaciones para asistir al grupo, y posteriormente ir compartiendo ideas sobre las temáticas tratadas. Está presente “la cajita de la abundancia” en que cada quien deposita el aporte económico que pueda para solventar las fotocopias y el mate que se comparte. Siempre se comparte en círculo, teniendo a la mano una cantidad de material bibliográfico y digital para nutrirse en distintos campos de la Salud, y donde una vela encendida, de principio a fin de cada reunión, simboliza el fuego que acompaña la tarea.
La doctora Vivian Camacho es además coordinadora del movimiento en la región andina, gracias a lo cual ha recogido muchas experiencias y aprendizajes que comparte en las dinámicas de la célula Cochabamba, por ejemplo “la Alegremia y la Esperanza”.
“La alegremia es el nivel de alegría en sangre, que nace de la concepción de una mujer campesina en Formosa (Argentina) hace más de 20 años. Ella le preguntó al doctor Julio Monsalvo (uno de los iniciadores del movimiento), interrumpiendo las explicaciones sobre los términos de análisis sanguíneo – glicemia, uremia, anemia –, que ¿dónde quedaba la alegremia? Ante el desconcierto del médico, la mujer siguió: “¿Acaso ustedes los médicos no saben que cuando uno está contento está sano?”. El movimiento promueve también la alegremia a través de las “A” de la esperanza: Agua, aire, alimento, aprendizaje, albergue, arte, y amor (http://www.altaalegremia.com.ar/).
