Nicolás Franco, niño de 9 años
En varias ocasiones las madres dan muy poco dinero para el recreo: 20 centavos, por ejemplo. Yo no pido mucho. Con un boliviano es suficiente y hasta demasiado si se sabe aprovecharlo y no se lo tira en cualquier cosa. El que sabe lo disfruta, mientras otros se arrepienten de hacerlo desaparecer como si nada.
¿Quieren ver lo que se puede comprar?
Los que aprovechan el pesito pueden disfrutar una cosa distinta en el recreo diario: saborear jugos y yogurt, dulces varios, chisitos, sobres con cereales (granola), dos bolos (helados), quequesitos... Muuucho. También se puede ahorrar para jugar media hora en internet, pues mi mamá me da permiso para ir una vez a la semana con mis amigos.
Los que desperdician compran juguetes de plástico o de cartulina y cosas que no necesitan y que terminarán en la basura.