Lunes, 15 Agosto 2016 17:41

Dos días antes del golpe la CIA inyectó $us 410.000 a la maquinaria golpista

Tanquetas del Ejército, evitan el paso hacia la UMSA, cercada por los militares Tanquetas del Ejército, evitan el paso hacia la UMSA, cercada por los militares Presencia

La Casa Blanca solicitó a la CIA elaborar un plan para desestabilizar al gobierno de Torres. Un ex militar recibió dinero que fue utilizado para el levantamiento armado. 

Javier Badani / periodista

En junio de 1971, el Embajador de Estados Unidos en Bolivia, Ernest Siracusa, lanzó un llamado a su gobierno para apoyar a los opositores del “izquierdista y anti-americano régimen militar”. De lo contrario, sentenciaba Siracusa en un documento interno, “se dejará abierta la puerta para que los comunistas ganen otro punto de apoyo en las Américas”. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) compartía la preocupación del Embajador.

El 22 de junio, la Casa Blanca solicitó a la CIA elaborar un “programa de acción encubierto para hacer frente a la desfavorable tendencia política en Bolivia”, tal y como lo señala un memorándum interno desclasificado por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

La propuesta fue elevada al Comité 40, instancia de alto nivel encargada de tomar decisiones sobre la amenaza comunista, dentro y fuera de Estados Unidos. La Comisión 40 estaba conformada por representantes del Departamento de Estado, la CIA y el Pentágono, entre otros.

La propuesta definía brindar de forma encubierta un apoyo económico inicial de 410.000 dólares a líderes del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y a jóvenes disidentes oficiales militares “moderados”. El dinero debía ser utilizado, según el plan señalado, para gastos organizacionales y en propaganda en medios de comunicación en contra del Gobierno y de sus medidas de tendencia izquierdista.

El 6 de julio, a un mes antes del golpe, el Comité 40 se reunió para analizar la propuesta, como lo señala el documento desclasificado 76ª. Editorial Note, que forma parte del legajo “Foreing relations of the United States, 1969-1976, Volume E-10”. En este se señala que durante la reunión uno de los miembros (Under Secretary Johnson) se mostró receloso de que el dinero sea utilizado exclusivamente para organizar un golpe de Estado en Bolivia. “…lo que en realidad estamos organizando es un golpe, ¿no es verdad?”, inquirió. En respuesta, el Fiscal General, John Mitchel, sentenció que “un golpe era inevitable” y que el apoyo estipulado en la propuesta “debe ser apuntado, lo más pronto posible, a grupos e individuos pro Estados Unidos”.

Sobre el tema, el embajador Siracusa también advirtió en un documento interno solicitado por el Departamento de Estado que cualquier fondo enviado a la oposición sería destinado para llevar adelante un golpe de Estado. “Todos están conspirando e incluso hay conspiraciones dentro de las conspiraciones que incluyen hasta al sector privado. El dinero que entre sería usado no sólo para reforzar a la oposición sino para tomar el poder”.

Siracusa asegura en su informe que, dada la situación política, “no hay seguridad que (con un golpe) podamos conseguir algo mejor que Torres, a pesar de los riesgos de los que somos consientes hay si éste continua en el poder”. Y concluye que “entre las varias conspiraciones de los que estamos al tanto, no hay por ahora ni uno que desde la Embajada podríamos elegir para apoyar con confidencia”.

Esta claro que el temor del gobierno de Estados Unidos no era la realización de un golpe de Estado en Bolivia sino a su posible fracaso, debido a la fragilidad de la oposición y el control de Torres sobre las Fuerzas Armadas. “La derrota podría empoderar a Torres y precipitar una toma total del poder de los extremistas de izquierda. (…) Esto sería una alternativa inaceptable”, se advierte en la propuesta de la CIA.

El documento señala que “es dudoso, sin embargo, que bajo ninguna circunstancia se pueda controlar a las fuerzas opositoras de tomar acciones prematuras para sacar a Torres”.

A pesar de las observaciones expuestas -y a la inminente posibilidad de que el dinero propuesto para propaganda y para fortalecer a la oposición y su conexión con militares disidentes sería destinado inevitablemente para impulsar un golpe de Estado- el Comité aprobó el plan.

En agosto, Arnold Nachmanoff, miembro del Consejo de Seguridad Nacional, informó a Henry Kissinger, asesor presidencial para asuntos de seguridad nacional, que la CIA había transferido fondos “a un ex militar que forma parte de los planes de golpe de Estado y a otro militar disidente”. El apoyo, recordó, había sido pensado para “cimentar relaciones” con figuras militares bolivianas y disuadir cualquier intento de golpe. Nachmanoff cuestionó que la CIA pase fondos directamente alertando que esto podría causar reclamos hacia Estados Unidos por intervenir en asuntos internos en Bolivia. Exigió que, en adelante, no se realice ningún depósito directo a figuras de la oposición sin el permiso de Washington.

Dos días después que el depósito se hizo efectivo, asegura el documento desclasificado, Hugo Banzer asumía el control del poder tras un golpe de Estado.

 

Documentos desclasificados:

Conversación entre el secretario de Estado, Henry Kissinger, y el presidente de Estados Unidos, Richard Nixon.

Washington. 11 de Junio de 1971

Nixon y Kissinger discuten sobre cómo el régimen de Torres dañó los intereses de Estados Unidos en Bolivia y sobre la posibilidad de remover al militar del poder.

 

Memorándum de la reunión del Comité 40

6 de julio de 1971

Se halla transcrita parte de la discusión entre los miembros del Comité 40 sobre la utilidad o no de apoyar encubiertamente a la oposición, especialmente al MNR.

 

Mensaje del embajador de Estados Unidos en Bolivia, Ernest Siracusa, al Departamento de Estado.

La Paz, 9 de julio de 1971

Siracusa advierte sobre las consecuencias de apoyar económicamente a la oposición. Advierte que todos complotan contra Torres, incluso el sector privado.

 

Memorándum para el Comité 40

Washington. 29 de junio de 1971

Se halla la propuesta realizada por la CIA para desestabilizar al régimen de Torres

 

76a. Nota Editorial del Departamento de Estado

Resumen de las conversaciones que se dieron para la aprobación del apoyo encubierto de Estados Unidos para la desestabilización del régimen de Torres.

 

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