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Sábado, 28 Junio 2014 13:33

“La Asamblea Plurinacional es altamente conservadora”

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David Aruquipa durante la marcha del Orgullo Gay del año pasado FOTO: Juan Carlos Usnayo David Aruquipa durante la marcha del Orgullo Gay del año pasado FOTO: Juan Carlos Usnayo

Ahora buscamos la destrucción de las identidades fijas que nos han puesto la etiqueta de gays, lesbianas y travestis, afirma David Aruquipa, fundador de la Familia Galán y Presidente Nacional de la Comunidad de Transexuales, Lesbianas, Gays y Bisexuales (TLGB)

 Carla Hannover / La Paz

Hoy, sábado 28 de junio es el Día del Orgullo Gay y David Aruquipa participará del desfile, pero ya no como Danna Galán, el personaje Drag con el que se mostró por muchos años en las calles bolivianas. “Creo que ya no es necesario porque mucha gente ya sabe quién soy. Ahora prefiero marchar a lado de mi pareja”, afirma.

Aruquipa es, junto con Carlos Parra (Paris Galán), uno de los fundadores de la Familia Galán, el grupo de transformistas y Drag Queens que irrumpió públicamente en 2000 con el objetivo de reivindicar las diversidades sexuales desde el cuerpo y desde la calle. Sin embargo, con el paso de los años vieron que había que retomar la lucha iniciada por sus antecesores en la fiesta y en los espacios culturales.

Eventos como el Gran Poder y el Carnaval de Oruro han sido la vitrina de estos transformistas que con los años comenzaron a seducir a los espectadores a través de su baile irreverente, las lentejuelas de sus trajes y el brillo de sus maquillajes.

Aruquipa lamenta que todo ese trabajo no haya logrado desterrar esas concepciones homofóbicas que emergen con demasiada frecuencia. La prueba más reciente y preocupante, porque proviene de una autoridad nacional, son las declaraciones el diputado Roberto Rojas, asambleísta del MAS, quien a pocas horas de la celebración del Día del Orgullo Gay señaló que los homosexuales parecen enfermos mentales. “Debería caerle un proceso penal por discriminación”, escribió en su cuenta de Facebook el activista.

La marcha del Orgullo Gay se realiza en La Paz desde 2003. Las demandas de la Familia Galán y del colectivo TLGB ¿son las mismas del inicio o han ido evolucionando?

La marcha es una parte lúdica y artística con una articulación de lo político. Al principio, la marcha fue muy importante para visibilizar nuestro movimiento, aunque también ha generado internamente unos encuentros discursivos, especialmente con María Galindo y Julieta Paredes, porque ellas no veían esto como una marcha de reivindicación, sino como un desfile y un reforzamiento del patriarcado.

En principio, nuestro planteamiento, tan feminista en nuestro discurso, era el de diluir esta mirada de género y de sexualidad desde la calle, pues la marcha era altamente política. Fue entonces que se vieron nuestras tensiones internas y en ese sentido nuestras marchas se convirtieron en espacios lúdicos artísticos y políticos para visibilizar nuestra agenda y también para visibilizarnos como actores y gestores públicos.

Así, nuestro colectivo estuvo presente en 2003 en todo el proceso de la guerra del gas y la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada. Posteriormente, como Familia Galán llegamos a ser parte del Consejo Nacional de Artes y Cultura y allí ya no nos conocían como un movimiento de travestis o gays, sino como una propuesta cultural que aborda e interpela la sexualidad y el género desde el arte y la cultura. Nuestra presencia como Familia Galán sale del gueto gay, lésbico y trans para instalar la agenda en otros espacios culturales.

Ahora bien, como colectivo GLBT también hemos tenido presencia en la Asamblea Constituyente y en el proceso de redacción de la Ley 45, de Lucha Contra el Racismo y toda forma de Discriminación. En algún caso, hasta articulamos nuestra agenda con la de los afrobolivianos. Si los afrobolivianos han podido construir una política pública desde los bombos y las sayas, entonces los gays y lesbianas lo hemos hecho a partir del taco y la peluca en las calles.

Ahora ésta ya no es una Marcha del orgullo gay, lésbico o trans en la que sólo se encuentran estos actores. Es una marcha abierta, que discute e interpela la sexualidad y ahí se incorporan otros movimientos culturales también. Ahora intentamos seguir fortaleciendo y reforzando la marcha.

Lpz David2Aruquipa (der) junto a su pareja. Ambos marcharán esta noche por las calles paceñas FOTO: Cortesía David Aruquipa

¿Qué ha encontrado la Familia Galán en los espacios culturales y en la fiesta, para llevar allí sus discursos y políticas?

Creo que el fracaso del enfoque de género, el fracaso de los grupos Trans Lésbico Gay y Bisexual (TLGB) ha sido el verse como los especiales, como un satélite queriendo influir en una sociedad sin tomar en cuenta que la dinámica cultural y los tejidos culturales se desarrollan de otras maneras. Entonces, nuestra propuesta parte de que todos somos cultura y diversidad. Tenemos que dialogar desde un espacio que es más sensible como el de la dinámica cultural; por eso hemos elegido las marchas en las calles, por eso hemos elegido las entradas folklóricas del Gran Poder, del Carnaval de Oruro. Hemos elegido los teatros oficiales, los mercados, las salas de exposiciones oficialmente reconocidas, hemos elegido los espacios donde están la dinámica cultural y la gente común, porque desde ahí podíamos dialogar.

Hemos elegido el arte y la cultura porque reconocemos que son las herramientas importantes para poder transformar una sociedad. La cultura transforma; una teoría, en cambio, puede quedarse en un satélite. El enfoque de género, el enfoque de sexualidad, si no se tejen, si no penetran las dinámicas culturales se quedan como un discurso maravilloso, apetecido y elitizado por algunos teóricos y no así para el grueso de la población.

Estoy cansado de los guetos y de estar en grupo de entendidos haciendo una lucha e intentando incidir desde estas otras miradas. En algún momento, como Familia Galán nos habíamos declarado un movimiento ajeno a la cultura TLGB, un movimiento que se estaba desarrollando como un espacio alternativo y que intenta articularse con otros espacios. Nuestra presencia ha sido más desde estos lugares oficiales, para deconstruirlos de alguna manera.

Por ejemplo, hacer que una fraternidad de 400 integrantes que como grupo tenía una mirada distinta de la vida, se cuestione a partir del ingreso de tres maricones, homosexuales o como quieras llamarlo, y acompaña ese proceso de lucha y comprensión, es un cambio.

Nuestra línea ha sido la de penetrar hasta las venas más profundas en las que se tejen las dinámicas populares y culturales, más que construir un espacio único de lesbianas trans y gays. La Familia Galán no hace sus actividades para gays, lesbianas y trans, lo hace para todo el mundo.

¿Cuáles son los logros conseguidos como Familia Galán en estos 14 años de trabajo?

Hemos logrado una transformación mental en la gente; ahora se puede hablar de sexualidades y géneros en este país. Gente de mi generación, de más de 40 años, hoy puede vernos sin mayores estigmas. Sus hijos y sus familias ya no nos miran con ojos de rechazo, hay un cambio. Creo que hemos logrado, tanto la Familia Galán como todo el colectivo TLGB, esa transformación en la sociedad.

Otras cosas que hemos conquistado son leyes. Que la Constitución Política del Estado tenga su artículo 14 no es casual, que se promulgue la ley 45 de Lucha Contra el Racismo y toda forma de Discriminación, tampoco es casual; son reconocimientos simbólicos de la presencia y de la incorporación de las políticas públicas respecto a nuestra población. Creo que ha habido mucho cambio desde nuestras presencias. Hay homosexuales, lesbianas y trans en la actualidad, que pueden dar la cara sin ningún problema.

¿Estas miradas habrán trascendido el ámbito de La Paz, donde está la Familia Galán y otros grupos de activistas?

Yo creo que sí. No hay más ciego que aquel que no quiere ver. Hay muchos cambios y en esto lamentablemente ha habido una suerte de caudillismos: una María Galindo, un París Galán, un David Aruquipa o un Angela Fuentes, que se han convertido en referentes de la reivindicación.

Sin embargo, la idea es lograr que todos puedan vivir felices con su sexualidad y puedan tener una familia y una sociedad en la que no tengan que estar viviendo con miedo y ocultándose. Para mí, que una persona o una familia haya cambiado su concepción es un proceso de incidencia logrado. La presencia TLGB y de la Familia Galán, y la presencia de las travestis de la década de los 60 y 70, han ayudado para que haya una transformación en esta sociedad. Obviamente, hay mucho que seguir recorriendo; pero no soy pesimista, por eso voy a continuar con esta lucha.

¿Hacia dónde apunta ahora el discurso de la Familia Galán?

La Familia Galán ha transformado su discurso. Se ha trabajado con la acción directa, a través del transformismo, hasta 2010, cuando nos dimos cuenta de que hicimos tanta acción directa que no habíamos reflexionado ni escrito. Creemos que es hora de escribirnos, de pensarnos, y entonces emerge el discurso que estos últimos años se ha estado planteando.

Se ha hecho y editado una investigación titulada La China Morena, que para mí es un personaje que ha revolucionado la cultura popular en la fiesta. En el Gran Poder ya tienen que mencionar a la China Morena, aunque a regañadientes, como una creación de los travestis.

Eso se está viendo a partir de las reflexiones de la Familia Galán, porque es desde la memoria colectiva que queremos escribir nuestra historia, nuestros procesos, nuestros sueños y utopías y las de nuestros antecesores también.

En este momento se está reivindicando el tema de las familias, el derecho de vivir en una comunidad afectiva con los mismos derechos que cualquier otra pareja, más allá de cuestionar el género o reforzar el patriarcado. Como activista he expuesto incluso mi vida y la de mi pareja para que la lucha de La familia Galán ya no sea sólo a partir de los tacones y las pelucas, sino para mostrar que somos personas que tenemos familia, que somos padres, que somos parejas que vivimos juntos ya 5, 10 o 15 años y que queremos reivindicarnos desde este punto de vista.

Ahora mismo, la Familia Galán está en un momento en el que busca releerse políticamente y de reflexionar a partir de que la sexualidad y el género son instrumentos altamente políticos de transformación para este país. La Familia Galán se sigue transformando.

Entonces, ha cambiado el sentido de su lucha…

También, pues aunque suene contradictorio, ahora buscamos la destrucción de las identidades fijas que nos han puesto la etiqueta de gays, lesbianas y travestis, para que en algún momento no sea necesario nombrarse desde ahí. Buscamos ese grado de transformación en el que se diluyen esas identidades fijas, para que la sexualidad no sea un tema de derechos humanos, sino que como cualquier persona, indistintamente de su sexualidad o género, se respeten sus necesidades. Para que los gays y lesbianas puedan caminar con sus familias abiertamente y sin esconderse.

De alguna manera, los gays, las lesbianas y los trans estamos trabajando para que ese miedo desaparezca. Al principio buscamos una reivindicación y un reconocimiento; pero para dejar de ser parte de un sistema de opresión, para que la sociedad se transforme y no haya necesidad de hacer leyes especiales para éstos, sino de hacer una convivencia sin discriminación, sin ataduras.

Ahora, la Familia Galán nunca ha utilizado la victimización como parte de su lucha y a veces por eso mismo se alejado de la mirada de los gays, travestis y grupos lésbicos –distintos de Mujeres Creando, porque ellas tienen otra historia--, que en principio entraron a un espacio de lucha victimista. De todo ese discurso la familia Galán se reía.

Una de las críticas de Mujeres Creando tiene que ver con el matrimonio, que ellas ven como una institución patriarcal. ¿Por qué los Galán apoyan el matrimonio igualitario?

Para empezar, una ley no va a hacer que yo deje de vivir y amar. Yo vivo con mi pareja hace ya cinco años y una ley no me va a decir si yo puedo sentir, vivir y amar, tampoco la Asamblea Plurinacional que es la que está aprobando la ley; pero ahora, si es necesario joder en serio, hay que hacerlo porque es una demanda de la población. Muchas veces tu posición personal se tiene que articular con una demanda pública, pero sin creerte el cuento en serio, sin creerte el cuento de que la familia y un matrimonio te garantizan la felicidad.

¿En qué grado de avance se halla el proyecto de ley de matrimonio igualitario?

Éste es un asunto que tiene largas todavía. A mí no me preocupa particularmente, lo que sí me place es que se discuta. Es como una espina que no se está pudiendo resolver porque en el Gobierno aún hay valores, miradas conservadoras y patriarcales. La Asamblea Plurinacional es altamente conservadora.

Si vas y consultas a algún asambleísta, es probable que te diga que la Constitución Política del Estado reconoce el matrimonio entre un hombre y una mujer y que por ello no hay más que hablar. En la Asamblea son como una grabadora en la que esconde la mirada altamente conservadora, carente de ánimo siquiera para reflexionar.

En 2012 entró el Proyecto de Ley a la Asamblea, en 2013 salió con observaciones y este 2014 debe volver a entrar. Sinceramente no creo que éste sea el momento para aprobar la ley; cuando lo sea realmente, se van a activar los debates. El momento en que hemos presentado el proyecto ha sido para mí como un medidor porque en realidad no se tenía la intención de que esta campaña sea sostenida. Ahora sí estamos viendo el momento preciso, con toda una movida incisiva y veremos qué pasa.

¿Cómo descolonizar una Asamblea Plurinacional tan “altamente machista y conservadora”?

Este tema es un proceso largo, porque primero se debe descolonizar la mente y las acciones machistas de los asambleístas. Creo que deberíamos estar preparando a la población joven que está comenzando a entrar a las arenas políticas, sin que las influencias machistas conservadoras, patriarcales afecten su mirada mucho más fresca y que acepta la diversidad y el diálogo.

Ayer, viernes (27 de junio de 2014), el diputado Cesar Rojas hizo declaraciones homofóbicas. ¿Qué acciones han tomado al respecto?

Hemos enviado una nota a la senadora Sandra Soriano, presidenta de la Comisión de Ética y Transparencia de la Asamblea Plurinacional de Bolivia, y también hemos solitado que el diputado sea sometido a sanciones correspondientes, lo que implica procesos administrativos y aun su retiro del curul. Veremos cómo responde y cómo evalúa esta comisión las actitudes homofóbicas del diputado Rojas, aunque ayer él pidió disculpas en un programa de televisión, aludiendo a que sus declaraciones fueron producto de su condición indígena que desconoce este tipo de cosas… No me parece que un Diputado Nacional venga a escudarse en su cultura, sabiendo que en nuestras culturas indígenas la sexualidad se la vive de una manera incluso más interesante.

Como Familia Galán ¿a qué instituciones machistas o patriarcales han hecho frente en estos 14 años?

Nosotros nos hemos iniciado con un cuestionamiento al sexo-género y la mirada binaria (hombre-mujer), porque eran una cárcel para nuestros cuerpos. Por eso rompimos desde donde se tenía que romper esa carga opresiva desde nuestros cuerpos. Si no se transforma y no se cambia el cuerpo, entonces vas a seguir produciendo miradas altamente opresoras. Nuestro primer cuestionamiento e interpelación de existencia ha sido justamente esa, al ver que no hay sólo dos sexos y que no hay únicamente dos géneros.

¿Por qué la Familia Galán no apunta a las escuelas o universidades como espacios para debatir sus políticas?

Creo que hay responsabilidades en este país. El Estado es responsable. Nosotros no podemos llegar a los colegios de todo el país, nosotros podemos darle al Estado los insumos, pero no llevar nuestras políticas, no vivimos de hacer esto. Tenemos también nuestras actividades.

 Galán de rojo

Danna Galán. Foto: Eric Bauer.

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