Gemma Candela / Santa Cruz
Teóricamente, cualquier distrito policial (DP) debería atender las denuncias por cualquier tipo de violencia contra la mujer, incluida la sexual. Sin embargo, normalmente los uniformados suelen pasarse la pelota entre un DP y otro: que si hay que ir al que se encuentra en el distrito de la víctima, que si se debe denunciar donde sucedió el acto de violencia... “Ese rebote es lo que cansa a la gente”, asegura el responsable de la Unidad de Defensa de la Niñez y Adolescencia de la Defensoría del Pueblo en Santa Cruz, Celso Parada.
Cerca de la avenida Virgen de Cotoca y el Tercer Anillo Interno hay una Oficina de Defensa de la Mujer, organismo dependiente de la Gobernación cruceña que ofrece atención y orientación a víctimas de violencia. La trabajadora social de este lugar, Silvia Gutiérrez, afirma: “Cada distrito tiene un módulo policial. Dentro hay FELCV. Ahí se puede sentar denuncia por cualquier tipo de violencia”. Pero la directora de Género Gobierno Departamental, Lidia Lozano, niega que haya tantas fiscalías de este tipo, y añade: “Las mujeres tienen prioridad, aunque no sean del distrito. El problema es la falta de conocimiento y predisposición de la Policía para atender los casos. Ellos (los uniformados) se toman la atribución de calificar los delitos. A veces, cuando llega una víctima de violencia doméstica, si no ven golpes, no atienden como deberían”.
Hay una FEVAP en el centro de la ciudad (prolongación calle Campero y Avda. Uruguay). La coordinadora, la fiscal Rosa Ribera, corrobora que no hay fiscalías en cada zona de Santa Cruz. “Antes la Policía tenía oficina acá. Una persona denunciaba e ingresaba al médico forense, a la psicóloga y al Ministerio Público”. Ahora, las denuncias deben realizarse en la FELCN, en el Tercer Anillo Externo y Santos Dumont; también, en la FEVAP de la Villa 1º de Mayo, pues tiene FELCC.
Son los dos lugares para denunciar cualquier tipo de violencia sin sufrir "rebotes" en una ciudad de 110 km de perímetro (es más grande que La Paz y El Alto juntas) y con millón y medio de habitantes, de los que poco menos de la mitad son mujeres. A la ecuación hay que añadir los datos arrojados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 8 de marzo de este año: siete de cada 10 mujeres de Bolivia ha sido víctima de violencia sexual en algún momento de su vida. De las denuncias por violación que la FEVAP recibe al mes, el 2% son hechas por hombres, según Ribera.