La Plaza de las Culturas, habilitada por el Gobierno municipal de La Paz en 2014, en el espacio que semirrodea a la Casa de la Cultura Franz Tamayo, permite que la gente descanse en los asientos de piedra que colindan con la acera de la calle Potosí. Es un ejemplo de cómo la ciudad se pone a la altura de las necesidades de las personas, para que se encuentren entre sí y no se sientan obligadas a estar siempre de paso.