La distancia que hay entre Cochabamba y La Paz se recorre a un ritmo de 75 kilómetros por hora en vehículo. En sillas de ruedas que avanzan a tracción humana, ese ritmo se convierte en 10 kilómetros por día, si no hay dificultades. El 21 de marzo fue la partida de la caravana integrada por representantes de los nueve departamentos, articulados en la Confederación de Personas con Discapacidad, que así pretenden hacer visibles sus demandas para que el Estado boliviano les garantice una vida digna.
El objetivo principal del acuerdo, apoyado por 196 países, es mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2°C y doblar los esfuerzos para llegar a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales a fines de este siglo, como lo recomiendan los expertos y científicos.
Los delegados analizan en detalle el borrador presentado en la mañana del 12 de diciembre. El boliviano René Orellana halla “avances significativos”, sobre todo en temas que tienen mayor relevancia para los países en desarrollo, como la inclusión de un objetivo de temperatura a largo plazo muy por debajo de los 2°C de calentamiento. Sin embargo, hay quienes señalan que el acuerdo debe incluir elementos reales que permitan lograr la meta de 1,5 °C y que no sea solo una mención que quede en el papel.
El tercer esbozo del acuerdo de la cumbre del clima de la ONU no contempla la solicitud boliviana de delimitar en 1,5ºC el crecimiento del clima a nivel global, ni tampoco recoge la propuesta de crear el Tribunal de Justicia Climática.
Miriam Telma Jemio / París
El jefe de la delegación boliviana y ministro de Planificación, René Orellana, ha manifestado que Bolivia insistirá en que los acuerdos salientes de la COP21 tengan un carácter vinculante para garantizar su cumplimiento en beneficio del planeta y los países más pobres.“No nos garantizan 1,5 ºC y Bolivia ha señalado que con 2 grados muchos países presentes en estos momentos en la plenaria (de la COP21), no estarán presentes el 2050 porque habrán dejado de existir, precisamente por la subida del nivel del mar”, ha señalado.
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Los países en desarrollo y los más vulnerables, así como las mujeres y los indígenas, no están muy contentos con el último documento borrador del acuerdo de París porque aún no están resueltos los temas de financiamiento para la adaptación, los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero y el mecanismo de daños y pérdidas.
Privacidad, soberanía, odio... los temas han fluido en #Emergencias, la reunión que se desarrolla hasta el 13 de diciembre en Brasil, y Javier Badani los ha recogido en su muro de Facebook. De allí tomamos este aporte para promover mayor reflexión en los lectores.
Zona de Acción Climática es un espacio alterno a la COP21. Allí se escuchan las voces de los activistas que se articulan en torno de dos objetivos complementarios: promover que sus gobiernos dejen bajo suelo sus reservas de combustibles fósiles y que cambien su matriz energética por la solar o eólica, por ejemplo.
Indígenas amazónicos están en París para decir cómo se debe vivir en armonía con la naturaleza y para demandar a los gobiernos un acuerdo ambicioso y vinculante, la titulación de sus tierras y el respeto a sus territorios.