La educación escolarizada carece de una evaluación de su calidad; ha limitado la participación social; ha centralizado las decisiones en el Ministerio de Educación y no ha podido llevar los postulados de la educación liberadora a la práctica desde la más reciente reforma hace ya una década.
El respeto a los derechos humanos en Bolivia ha ido en retroceso en las gestiones del MAS, pero también en el Gobierno transitorio de Áñez. La justicia está en crisis por falta de independencia y credibilidad. La próxima administración debería actuar con un enfoque de derechos; respetar la Constitución e impulsar la reestructuración de la justicia para garantizar independencia y eficiencia.
Los mayores problemas ambientales en Bolivia tienen que ver con las actividades mineras e hidrocarburíferas que están enmarcadas en un modelo económico basado en la explotación de los recursos naturales.
La permanencia del modelo patriarcal y machista; una deficiente aplicación de la Ley 348 y vacíos en esta; un bajo presupuesto para luchar contra la violencia; problemas en la justicia; escasa prevención integral; persistencia del extractivismo que atrae mafias que violentan a la mujer y el irrespeto de la autonomía del cuerpo femenino hacen que la violencia hacia las mujeres continúe y hasta aumente en Bolivia.
Nebulosas en las contrataciones públicas; designaciones a dedo desde el Órgano Ejecutivo; manipulación de estadísticas y propuestas electorales sobre transparencia y democracia recicladas son algunas de las observaciones de especialistas que creen que la falta de transparencia carcome los fundamentos democráticos del Estado y alienta la corrupción en Bolivia.
Pobreza, informalidad, desempleo y empleo precario son los cuatro males. Y quienes son entendidos en la materia plantean un pronto ajuste en los actuales desequilibrios macroeconómicos para luego implementar un plan de desarrollo que supere el patrón extractivista, basado en la exportación de recursos naturales, a través de la diversificación productiva. Urgen también políticas en el área del conocimiento para incentivar la innovación y el emprendimiento desde las universidades.
Ante la falta de doctores y medicinas, los habitantes de San Antonio de Lomerío han tenido que recurrir a sus saberes ancestrales para calmar los síntomas del COVID-19. Hoy comercializan la infusión de kutuki, una planta que crece en su territorio, con la promesa de ser un remedio efectivo contra el virus.
Como un coro más o menos uniforme, de diagnóstico sin soluciones concretas en torno de los derechos sexuales y derechos reproductivos, han sonado las voces de nueve candidatas –ocho mujeres y un hombre- durante el primer foro temático convocado por la campaña Protagonistas: Paridad-Poder-Juventudes.


