Martes, 02 Junio 2015 10:58

La selfie de Jon Lee Anderson en Santa Cruz

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Ha cubierto guerras, investigado la Liga Mundial Anticomunista, entrevistado al dictador chileno Pinochet y al Nobel Gabriel García Márquez, entre muchos otros. La lista de conflictos bélicos de los que ha sido testigo y los personajes que ha narrado es larga. No es para menos: Jon Lee Anderson lleva más de 35 años en el periodismo y muchos más siendo fiel a su afán explorador.

Fabiola Gutiérrez / Santa Cruz 

“Comunico lo que siento”, dijo en tono pausado y mirando de frente a los entrevistadores de Radio Bocina, la emisora del Centro Cultural San Isidro que ya es emblema del Plan 3000 de Santa Cruz. La cita era a las 9.30 pero en el camino se le cruzó un informante que accedió finalmente a ser entrevistado –gajes del oficio periodístico–. Por eso, y quizá también por las fallas técnicas de su GPS, llegó con casi dos horas de retraso. Durante otras dos contestó sin prisa todas las preguntas que le hicieron sobre los fundamentalismos periodísticos, la situación política mundial e incluso sobre su infancia.

La Pública se acercó a él para conocer la actitud del periodista para con las herramientas tecnológicas. Se le pidió una selfie y él, entre incrédulo y divertido, aceptó el desafío, tomó el celular y luego de musitar “Odio las selfies”, se encuadró con la mano derecha. Salió sonriendo junto a otros jóvenes que se empeñan en "refrescar el periodismo". La imagen adquiere más valor si se toma en cuenta que hace un par de años, Anderson cerró su cuenta en Facebook luego de que el video del asesinato de unos amigos suyos se hiciera viral en la red social digital. Sigue usando Twitter y desde allí hace cosas como cualquier usuario, aunque también ha llegado a pedir a un medio que le entrevistó que sea más preciso al citar sus palabras o a retractarse cuando él mismo se equivoca al pedir aclaraciones.

El micrófono de Radio Bocina se abrió a los asistentes y a los seguidores por las redes sociales de Periodista Virtual. A continuación, algunas de las preguntas que respondió con su buen español de acento latinoamericano, aunque de tramo en tramo se delató angloparlante por alguna mala conjugación (le sucede sólo al hablar, pues al escribir es muy cuidadoso).


Fadrique Iglesias: ¿Por qué elige Latinoamérica? ¿Hubo alguna novia o beca de por medio? Por así decirlo, ¿cómo hizo siendo ‘gringo’?.

Jon Lee Anderson: La historia es larga. Viví en ocho países antes de mis 18 años. Cuando digo viví es porque estuve al menos un año en cada uno. El español es mi segunda lengua, lo aprendí en Colombia a los cuatro años. Siendo adolescente viajé a España y también viví en Centroamérica trabajando en el campo por un año. Empecé mi carrera periodística en Lima, luego hubo novias y todo eso. Quería vivir explorando y ser ‘gringo’” no me cohibió.

Fabiola Gutiérrez: Luego de casi 40 años de periodismo, ¿cuál es la mirada, de algún entrevistado suyo, que le es inolvidable? Y, en tanto usted cubre temas muy duros, ¿cómo se sana entre reportaje y reportaje?

JLA: Hablemos de buenos y malos. Malo por supuesto era Pinochet, pero peor era Charles Taylor. Fue un capítulo de la guerra en Liberia (África). Ahora está condenado a 50 años en La Haya. Yo lo conocí cuando estaba en el poder desangrando a su país. Era un hombre malvado. Si yo antes tenía dudas de que existía el mal --que no, pero supongamos--, luego de él no me cabe duda. Recuerdo su mirada cuando le pregunté por qué llevaba siempre en la mano una especie de cetro. Con ojos duros pero risueño me respondió que era mágico. ¿Por qué mágico? “Porque lo tengo desde la guerra”. Él libró la guerra en la que murieron muchísimas personas. Luego endureció la mirada al fijarla en mí y con el cetro en la mano me miró y me dijo [Lee Anderson escenifica el momento]: “Porque todo ser vivo animal o humano que cruza debajo de esto, muere”. Entendí que él era tan malo como me imaginé, y comprendí que todas las muertes atribuidas a él eran ciertas. Y él quiso hacérmelo saber porque era realmente malo y de ahí venía su poder.
¿Bueno? Gabriel García Márquez. Gabo fue la excepción de todos mis perfiles. Era un tipo genial, lo recuerdo con mucho afecto; un hombre generoso, bondadoso, bueno en todos los sentidos; con sus defectos como periodista, como hombre, como ser humano, pero ninguno que le minara su bondad esencial.

Radioescucha vía Twitter: ¿Qué opina de Julian Assange y WikiLeaks?

JLA: Creo que esos documentos confirmaron nuestras sospechas. Lo que él hizo es un desafío a los gobiernos. También creo que es algo egocéntrico, que se le ha subido el humo luego de que los documentos que divulgó fueran portadas internacionales durante un año. Su compañero está cumpliendo una condena muy dura a mi parecer y seguramente a él también se lo van a cargar. Él lo sabe y por eso está escondido.

Anderson habló de periodismo independiente, "necesario para una sociedad saludable", y confió sus esperanzas al constatar el interés de la juventud en la crónica periodística y el florecimiento del periodismo latinoamericano que germina al margen de los grandes conglomerados mediáticos. Relató que lo ha constatado como profesor de la escuela periodística garcía-marquesiana, donde ha conocido a jóvenes que se atreven a buscar historias y que tienen coherencia social.

El cronista de talla mundial escuchó la historia del Plan 3000, la labor de Centro Cultural San Isidro y la trayectoria del proyecto Periodista Virtual. Es uno de los invitados de la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, gracias a las gestiones de la Fundación Pedro y Rosa (El Deber), dentro de la cual dictó una conferencia sobre periodismo y verdad. 

 

 

Visto 2671 veces Modificado por última vez en Martes, 02 Junio 2015 12:16
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