¿Cuántas niñas tienen el valor de hacer lo que hizo esta muchacha? ¿Cuántos directores tienen el valor de expulsar a profesores abusadores de sus alumnos?
Ilustración: Del cómic "Primaria furiosa", Álvaro Ruilova.
No importaban lo que hicieran -cuánto nos golpearan, gritaran o aislaran del resto, acusándonos de ser mala influencia-, siempre respondíamos con mayor violencia.
La comunicadora y feminista se recuerda entre el agobio y el descubrimiento del mundo desde la escuela. Una monjita que la cuidó en su temprana niñez, en el kínder, se ha quedado en su memoria para siempre.
Ilustración: Dibujo de un adolescente en su cuaderno de matemáticas, junio de 2015.
6 de junio, día del maestro boliviano desde 1924. De las profesiones posibles, la del educador debe ser la que más misterios encierra; cómo no si en sus manos se confía el aprendizaje de seres humanos en las edades clave de su maduración. Como todo en la vida, hay buenísimos, buenos y malos, malísimos "profes".
Un giro inesperado da la maternidad glorificada cuando se trata de mamás que a veces no tienen más de 12 años. Los embarazos no deseados en este grupo de bolivianas va creciendo, con el agravante de que en general se producen en los hogares de mayor pobreza y, muchas veces, a causa de violencia sexual.
A los 19 años Fabiana sabía lo que quería: “Ser diplomática y conocer el mundo”. Estaba estudiando administración hotelera en La Paz y tenía previsto, poco después, empezar la carrera sobre relaciones internacionales. Pensaba que sería mamá algún día, un día lejano, y ni siquiera eso era un plan establecido. Las cosas se dieron de otro modo y, de repente, se enteró de que en nueve meses tendría a su bebé, y de que lo criaría sola.
Después de haber pasado por una histerectomía, Marta y su marido decidieron adoptar. Tomar la decisión, empezar a buscar, toparse con la adopción ilegal, hacer trámites durante tres años... No ha sido lo más difícil: es la discriminación que sufren hoy sus hijas, tanto por parte de otros niños como de algunos profesores.
Ser mujer y vivir con VIH expone a ser señalada con un dedo estigmatizador, pero la discriminación sube exponencialmente si alguien en tal condición decide ser madre. Los prejuicios y la desinformación, pero sobre todo una mirada descalificadora, pesan y mucho sobre los cuerpos de quienes son presionadas para renunciar a la vida.


