Mijail Miranda Zapata/Cochabamba
En la última semana se registraron dos voraces incendios en riberas de la laguna Alalay. El primero se presentó el lunes 13 de julio, al finalizar la tarde. El segundo, apenas seis días después. Las autoridades temen que los mismos hayan sido provocados y que exista "una mano negra" tras estos hechos. Aunque se asegura que los daños a flora y fauna de la zona son incalculables, se pudo constatar que fueron destruídos al menos 200 nidos de aves de distintas especies y afectadas más de 50, entre mamíferos e insectos, además de las aproximadamente 15 hectáreas de totoras consumidas por las llamas.
Esta última especie de plantas es considerada primordial en la recuperación de estas aguas, ya que contribuyen a su descontaminación. Según pruebas de calidad de agua recientes, la concentración de amoniaco en la zona es del 43%, siendo admisible un 4%.
Según Alaín Terán, experto medioambientalista, si no se toman medidas urgentes en la recuperación de este "espejo del cielo", pronto deberá ser declarado como "desastre medioambiental". Por su parte, el Gobierno Municipal asegura que se destinarán 6 millones de bolivianos para este cometido.
Incendios frecuentes
En el departamento de Cochabamba se registran quemas forestales con una frecuencia inusual y éstas provocan una seria degradación del ecosistema valluno. En el primer semestre de 2015, según datos oficiales, se perdieron más de 200 hectáreas de zona boscosa, pajonales y arbustos, por incendios registrados en municipios como San Benito, Arbieto, Quillacollo, Cercado, Sacaba y Tarata.