Carla Hannover / La Paz
El último año, Paolo Agazzi ha estado visitando los hospitales bolivianos junto a su equipo cargado de cámaras, reflectores, micrófonos y trípodes, entre otras herramientas propias de la actividad cinematográfica. Se ha embarcado así en el rodaje de un documental que explora la realidad de los niños con cáncer en el país. Producto de esa experiencia ha dado a luz Corazón de Dragón, cinta que se estrena con funciones de beneficencia en La Paz, Cochabmaba y Santa Cruz. La primera será el 16 de julio en la Cinemateca Boliviana y la segunda el martes 21 en el Multicine. Mientras que en Cochabamba será el 29 de julio, a las 19.00, en el aditorio del CEDIB, y en Santa Cruz el 28 en Cine Center.
“Todo lo que recaudemos (en esas funciones) irá en favor de las familias de los niños con cáncer”, informa el cineasta (Mi socio, El día que murió el silencio, Sena Quina) convencido de que esta producción servirá de instrumento que, más allá de sensibilizar sobre una realidad difícil como la que rodea a los niños con cáncer en el país, invita a reflexionar sobre el rol que juegan el Estado, la familia y la medicina a la hora de hacerle frente a este mal. En Bolivia, en 2013 se registraron 327 niños hospitalizados con cáncer, mientras que en 2014 la cifras bordearon los 500 casos. “Detrás de este tema hay una problemática muy grande, pues cuando hay casos de niños con cáncer, también hay otro enfermo que sufre, que es la familia”.
Agazzi afirma que “el tema nos ha cambiado la vida”, tan duro es. “Zambullirnos en esta realidad nos ha permitido ver que hay una idea equivocada de lo que es esta enfermedad. Muchas veces pensamos que el cáncer es sinónimo de muerte y resulta que no es así si se trata a tiempo”. Pese a ese optimismo, el director sabe que cuando se trata de niños de familias que no tienen acceso a un seguro de salud, el tema se complica mucho. De ahí, que él proponga un recorrido por la realidad socioeconómica de las familias de esos niños, las que muchas veces dejan sus poblados o ciudades de origen para ser atendidos en el Hospital del Niño de La Paz. También explora otros casos en Sucre y Potosí.
La historia del niño con cáncer más extraño del mundo
Corazón de dragón debe su nombre a la historia de Sebastián Ticona (16 años), un adolescente al que hace poco más de un año le diagnosticaron cáncer en el corazón. Tenía un tumor prácticamente imposible de operar dada su ubicación. “No le habían dado más de tres meses de vida, pues su cáncer es tan raro que sólo se ha conocido otros ocho casos en el mundo. Los médicos decidieron hacerle un tratamiento para mejorar su calidad de vida, pero luego de aplicarle las radioterapias, vieron que el tumor comenzó a desaparecer”.
Pese a la tristeza de saberse enfermo, Sebastián mantuvo el buen ánimo y durante sus días en el hospital, además de hacer amigos, se aferró a una de sus más grandes pasiones: el origami. “Este niño hacía figuras de papel, sus favoritas eran los dragones. De ahí el nombre del documental”. El caso forma parte del documental. “Luego de conocer la situación de Sebastián, nos plantemos junto con su familia contar su historia en este trabajo”.
Imagen de una escena del largometraje "Corazón de Dragón", de Paolo Agazzi FOTO: Cortesía Pegaso Producciones
Animación y videoclips
La cinta de Paolo Agazzi es, como él la llama, un documental atípico, no sólo por la elección de encuadres y tomas que el cineasta usa, sino porque, al tratarse de un tema tan doloroso, ha optado por equilibrar la carga emocional de la realidad con herramientas como la animación y clips musicales. De ahí que a lo largo del documental se verán dragones de origami volando sobre el mar.
Con esta producción, el cineasta italoboliviano regresa a los rodajes de largometraje luego de una década, aunque en un género, el documental, que no ha cultivado antes. Cabe señalar que en medio ha producido cuatro cortos de ficción, 4 en 1, que proponen una mirada sobre la violencia contra las mujeres y que el director ha puesto al servicio de instituciones que deseen utilizarlos como herramienta para el debate.
Sobre Corazón de dragón, Agazzi confiesa que “ha sido todo un reto hacerlo; ha tomado tiempo, principalmente en la edición, pues estábamos buscando una estructura atractiva”.
Con cientos de casas de ladrillo incrustadas en los cerros paceños, Paolo Agazzi posa para una imagen promocional del documental.
FOTO: Cortesía Pegaso Producciones
La obra, que va a proyectarse en salas de cine del país, tiene la participación de otros creadores, como Alejandro Rivas, quien se ha encargado de la musicalización; Vadik Barrón (Premio Nacional de Poesía 2013), que se ha hecho cargo de la letra del tema central del documental, y Vero Pérez, cuya voz es parte de algunos de los temas de la banda sonora.
Con todo ese bagaje, la película busca enviar un mensaje de esperanza, pero también motivar la reflexión en las autoridades, “pues los niños son el futuro de este país y evidentemente hay que invertir para garantizarles bienestar”.
La cinta, que fue impulsada por el Banco Mundial, se proyectará el jueves 16 de julio en la Cinemateca, a las 19.00, y el 21 en Multicine. También se organizarán funciones de beneficencia en Cochabamba y Santa Cruz. A partir del 30 de julio, la cinta se proyectará comercialmente en las diferentes salas del país.
Escucha el tema central de la banda sonora de este documental: