La migración de hombres y mujeres, jóvenes y adultos, es una de las fuentes indispensables para la sobrevivencia económica de la población de Totora Marka, municipio de Oruro que foma parte del Suyu Jach'a Karangas, parcialidad aransaya. Dos veces al año, la gente deja la familia para dirigirse a ciudades de Bolivia y de Chile. Allí, los migrantes desempeñan labores manuales: peones agrícolas la mayor parte de los varones y trabajadoras del hogar (empleadas domésticas, según la encuesta que sirve de fuente para la presente nota), las mujeres. Ellas ganan menos dinero, en todo caso.
En Totora Marka hay 5.531 habitantes: 51,36% varones y 48,64% mujeres, los que viven en medio de un altiplano de clima seco y frío (temperatura media anual es de 8,4 grados centígrados, según el Senamhi). La población se dedica a labores agrícolas y ganaderas en las zonas aptas para ello, que no son muchas dado el terreno rocoso, erosionado y de pendientes que caracteriza su geografía. De allí que la migración sea una estrategia clave de subsistencia.
La información está contenida en el Plan Gestión Territorial Comunitaria elaborado por el tata Porfirio E. Cochi Villca, autoridad tradicional, respaldado por el proyecto Participa que desarrolló durante dos años la Fundación Construir, con el respaldo de la Uniòn Europea y la Konrad Adenauer Stiftung (KAS).
Entre otros datos que contiene el documento, se tiene que los habitantes jóvenes (menores de 20 años) representan el 40% de la población totoreña, la mayor parte en edad escolar. Y si bien hay 32 unidades educativas en la zona, sólo cinco ofrecen el nivel Secundario. Además, el modelo de escuela rompe con el tiempo de aprendizaje de saberes tradicionales, al grado de que "un alto porcentaje de la niñez y adolescencia desconoce la elaboración de dos alimentos fundamentales para la diera familiar, como son el chuño y el charque; tampoco conocen a cabalidad las labores culturales necesarias para los cultivos locales y el buen uso de los suelos".
El informe no lo dice explícitamente, pero factores como el descrito implican migración. De allí que Totora Marka proponga que la escuela tenga un calendario de vacaciones o descansos escolares "durante los meses o momentos en los que se presenten las tareas fundamentales para adiestrarse y desarrollar el valor del trabajo agropecuario", Es decir, se demanda "una estrategia para adecuar la escuela a la comunidad y desde ella revalorizar los saberes y prácticas originarias".
La formación superior implica dejar Totora Marka. En el último tiempo, una opción local es el Instituto Tecnológico Agroindustrial "San Pedro de Totora", donde es posible estudiar agronomía, mecánica y administración de empresas orientada a la microempresa. El documento señala que actualmente hay 70 estudiantes; 60% hombres y 40% mujeres.