La causa y el “chico malo”
Juan Marcelo Castro, el creador del movimiento, lleva casi 20 años haciendo activismo social. Pero es desde 2008, cuando se realizó la primera conferencia sobre el tema en Santa Cruz, que se ocupa de concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de transformar la ciudad para el uso sostenido de la bicicleta, ya no como deporte o por salud, sino como forma de vida y como propuesta política.
Gracias a estas acciones se activaron otros grupos de ciclismo urbano en el país, con igual importancia e ideales similares: Bicicultura Santa Cruz, Masa Crítica Santa Cruz, Rodolfistas, Pedaleros del Urubó, entre otros. Los movimientos se han articulado a través de Facebook, y otros (como los Rodolfistas), incluso utilizan sms o whatsapp para sus convocatorias. Bicicultura Bolivia, Masa Crítica y otras agrupaciones crean convocatorias a actividades culturales, turísticas y recreativas que buscan implantar el respeto al ciclista y a la vez intentan crear en el imaginario ciudadano la necesidad de que Santa Cruz cuente con más y mejores ciclovías.
Pero ¿qué es Bicicultura?: es una opción para acceder a las oportunidades, es utilizar la bicicleta como herramienta de inclusión y como articulador hacia una movilidad sostenible. “La bicicleta nos acerca de manera evolutiva a un ser urbano-natural, que se desplaza de manera autónoma, sin contaminar, amigable, solidario, saludable, democrático, participativo, panacea de la ciudadanía activa”, dice Castro.
Debido a su posición política sobre el tema, una postura anarquista y a la vez radical, Castro ha llegado a ser visto por otros colectivos similares como “el chico malo” de los pedaleros. El aludido contesta: “No sé si soy el 'chico malo', pero de algo estoy segur: yo no me voy por las ramas. Las poses se las dejo a aquellos que no practican lo que predican. Es posible que mi ciberactivismo sea radical, lo que obedece a mi formación anarquista y humanista, que no admite tanta impostura mediática”.
Castro considerare que su posición frente al tema no sólo es necesaria, sino urgente para cambiar los paradigmas de la ciudad. “El problema boliviano, y sobre todo cruceño, es que todo se mira así: 'cómo puedo ganar y quedar bien con todos, aunque sea una total hipocresía' y eso es algo que ya no admito. Muchos de los que me conocen, saben que puedo ser muy honesto y eso, en Santa Cruz, es casi un pecado”.
La propuesta de Bicicultura Bolivia se predica con el ejemplo. Castro pide a los ciudadanos que utilicen la bici y él va en dos ruedas la mayor parte del tiempo. “Sucede también que yo soy mi acción; predico, como se dice, con el ejemplo. Yo uso mi bici todos los días, no sólo los domingos”.
Los logros
Castro es un asiduo usuario de las redes sociales, las que utiliza para llegar a más gente con la causa. “Estas redes y herramientas ayudan efectivamente a convocar a otros usuarios, lograr mayor alcance mediático ahora que periodistas las usan para “cazar” noticias. También es una forma de internacionalizar nuestras causas y encontrar coincidencias con la pluralidad mundial”, recalca.
Pero si bien “organizamos nuestras acciones de manera virtual ante la celeridad de nuestros tiempos” —Bicultura Bolivia se unió a Facebook el 29 de noviembre de 2011— como movimiento “preferimos y promovemos el encuentro físico, pues es una manera efectiva de crear lazos y construir relaciones duraderas, francas y honestas. Buscamos recuperar la afectividad comunitaria”. De hecho, “casi todas las acciones han sido planificadas en reuniones físicas” y las redes han servido para convocar y proponer lluvia de ideas sobre temas y acciones concretas. “Para que esto funcione, y me refiero a las redes, es necesario interactuar, argumentar y sobre todo salir a la calle, compartir la vida, luchar por un mundo diferente y pedalear en grupo”.
El futuro
El Gobierno Municipal ha respondido a esta movida impulsando actividades de recreación (BiciDomingos), en favor de mayores ciclovías en Santa Cruz. Sin embargo, los planes todavía no se han concretado en obras.
La gente reacciona en Facebook de Bicicultura Bolivia con escepticismo y con la lógica de que no se trata de esperar un favor de las autoridades, sino de tomar las calles como derecho ciudadano para obligar a que se cambien las normas.
En tal sentido, se lee un post: “A ver si entendemos: para que un municipio construya ciclovías en la ciudad, es necesario que los ciclistas salgan a protestar a las calles en sus bicicletas y usen la calle que es de todos! No nos engañen con parches afines a la campaña política del candidato de turno. No seremos usados por grupos impostores que solo buscan protagonismo mediático y falso activismo”.
El futuro del movimiento marcha sobre dos ruedas. “¡Subamos a la bici!”, es el postulado que al propio tiempo es convocatoria y apuesta de sobrevivencia. “Somos un movimiento que usa, promociona y activa grupos de personas que usan o desean usar bicicletas dentro de la ciudad de Santa Cruz y Bolivia”, de manera que trabajo por hacer hay mucho.