“El estudio se realizó en el piso tres, donde se halla el área de traumatología”, y durante la mañana se registraron 51 decibeles, en las salas 4,5 y 6. Al mediodía, la presión sonora alcanzó los 59 decibeles y en la noche los 57. En las salas 14 y 15, durante la mañana se registraron 53,9 decibeles y al mediodía y la noche, 60.
La presión sonora generada en la calle es responsable de estas cifras, "por lo que tiene que haber una reducción del ruido en la vía, con la disminución del uso de las bocinas y la modificación de los motores de los vehículos y los escapes de las motos”.
Los centros hospitalarios deben, por su lado, implementar medidas de aislamiento acústico en sus salas. “Este problema debe atacarse de varias maneras, para garantizar la recuperación de los pacientes, algunos de los cuales sufren problemas cardiacos y nerviosos y, por tanto, necesitan paz", acotó
La promesa de una norma
Ledezma informa que su oficina prepara una ordenanza municipal respecto al uso de la bocina. “Esperamos aplicar la norma a mediados de este año; en ella se hace hincapié en las zonas de mayor densidad, como es el caso de Miraflores, donde se encuentra el complejo hospitalario". Esa será la primera zona donde se restringirá el uso de la bocina, según el funcionario edil.
La segunda área en beneficiarse con la norma será el centro de la ciudad. Pero, en el caso de las zonas rojas de ruido, como la Garita de Lima, se prevé una segunda fase, pues "las regulaciones para zonas comerciales son más complejas”.